Devocional - ¿Está siendo manipulado?

Os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

1 Tesalonicenses 1:9-10

y muchos que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos. Hechos 19:19

¡Qué pregunta!, dirá alguien. Lo más importante para mí es mi libertad. ¡Puede estar seguro de que soy cuidadoso de todo lo que elijo!

Pero veamos lo que la Biblia dice. El apóstol Pablo escribe a los cristianos de Corinto que, cuando ellos aún no se habían convertido, se extraviaban y eran llevados " a los ídolos mudos" (1Corintios 12:2). Esos ídolos sólo eran estatuas de madera o de piedra, sin ningún poder (1 Corintios 8:4). 

Entonces, ¿porque dice que eran llevados por ídolos mudos? ¿Cómo es posible que algo que no tiene poder pueda influenciar a una persona, y en el fondo, manipularla?

El ídolo en sí es mudo, no tiene vida, pero en realidad el diablo, el "padre de mentira" (Juan 8:44), está detrás de los ídolos y manipula la mente de los que van detrás de ellos.

¿Cómo ser liberado de lo que tememos o de lo que ocupa de forma abusiva el tiempo, la mente y las fuerzas? ¿Qué hacer para no dejarnos llevar por los ídolos antiguos o modernos?

Creer sencillamente en Dios y su Palabra, que es la verdad liberadora.

Todo lo que está marcado por la mentira, la depravación, la violencia, la superstición, en una palabra por el mal, lleva la marca del diablo, y por lo tanto es peligroso.

El Evangelio ofrece la liberación de las trampas del diablo, y también conduce a un profundo respeto frente al Dios supremo, el Dios de amor. El Evangelio presenta al gran Liberador, Jesucristo.

Señor Jesús te pido perdón si mi vida ha estado marcada por la idolatría, perdón porque me he arrodillado ante un ídolo que no ve, no escucha, no siente. Te pido perdón si envié a mi familia a adorar dioses ajenos. Hoy entiendo que es una trampa del diablo para capturar mi alma. Hoy renuncio a toda idolatría en mi vida y le abro la puerta de mi corazón a Jesucristo para que more en mi vida. Hoy te acepto Señor Jesús como mi ÚNICO Dios y Salvador. Amén.