Hace sólo unas semanas, el ministro de asuntos religiosos, de la Autoridad Palestina Mahmoud Al-Habbash, elogió a Shekih Ahmad Yassin, fundador y líder de Hamas, -la organización terrorista que ha matado a cientos de israelíes en decenas de atentados suicidas-, llamándolo un “icono” palestino: ¿Cómo se pueden realizar conversaciones de paz entre Israel y Palestina y a la vez glorificar a un jefe terrorista que coexiste en la Autoridad Palestina?
Al-Habbash, dio la respuesta este verano, cuando justificó su retorno a la diplomacia como referencia a algo bien conocido por los islamistas: El “Tratado de Hudaybiyya” (628).
El “Tratado de Hudaybiyya” (628): fue un acuerdo entre Mahoma y la tribu de la Meca Quraysh, en el que Mahoma prometió una década de paz. Pero en menos de dos años, una tribu Qurayshi aliada cometió irregularidades al atacar a una tribu aliada de Mahoma. Mahoma, que había organizado una gran parte del ejército, tomó este pretexto para atacar a los Qurayshis. Aislada y sin preparación, los Qurayshis se rindieron.
Este enfoque, dice Al-Habbash, “nos ha llevado a donde estamos hoy”. “Tenemos una Autoridad [Palestina], y el mundo reconoce el estado [palestino]“, dice. “Todo esto no hubiera ocurrido… sólo a través de la sabiduría de los líderes… exactamente igual que el Profeta [Mahoma] lo hizo en el Tratado de Hudabiyyah… Este es el ejemplo, este es el modelo”.
“En resumen, el Hudabiyyah, es una estrategia de trabajo para el debilitamiento y la eventual eliminación de Israel a través de las negociaciones que han sido una estrategia palestina activa desde el Acuerdo de Oslo que fue firmado hace 20 años. Arafat, dijo lo mismo en mayo de 1994, en un discurso expuesto en una mezquita de Johannesburgo. Israel exigió una retractación y el fin del terrorismo pero solo se ha conseguido la negociación”, cita la revista Charisma News.
Según Charisma News, cuando Arafat dijo a los embajadores árabes en una reunión confidencial en Estocolmo en enero de 1996 que el objetivo de Oslo era “dividir a Israel psicológicamente” y “eliminar, el Estado de Israel y establecer un Estado puramente palestino” logrando “hacerle la vida insoportable a los judíos”, la revelación fue ignorada, incluso por parte de Israel, que optó por hacer caso omiso a las palabras de Arafat, así como sus ramificaciones políticas.
Desde la muerte de Arafat, su sucesor, Mahmud Abbas, ha dejado muy claro que no sólo no se acepta el derecho de Israel a existir como Estado judío (”No acepto el Estado judío, llámalo como quieras,” le ha dicho) sino que también tiene la intención de crear un estado judío libre (diciendo: “Cuando se establezca un Estado palestino, no habrá ninguna presencia israelí en el”).
“Es por eso que la Autoridad Palestina, afirma estar interesada en una paz negociada, incluso mientras le dicen a su gente que los judíos no tienen ninguna conexión histórica con los derechos en Jerusalén o en cualquier otro lugar”.
“La Autoridad Palestina tiene una política de larga duplicidad y sus intenciones son anti-paz. En estas circunstancias, no sólo son los israelíes y palestinos que se reúnen para resolver este conflicto bajo los auspicios estadounidenses que lo condenan de antemano, pero en la búsqueda para llegar a un acuerdo de paz, el gobierno de Obama se ha embarcado en una misión inútil. Además, ha presionado a Israel a hacer más concesiones como la liberación de terroristas palestinos encarcelados, simplemente para estar en la mesa de negociaciones con Palestina, poniendo en peligro a su mayor aliado: Israel”, denunció Morton A. Klein presidente de Zionist Organization of America (ZOA) y el Dr. Daniel Mandel, director de ZOA’s Center for Middle East Policy.
Traducido de Charisma News
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