No desprecies, hijo mío,
la corrección del Señor,
ni te desanimes cuando te reprenda.
6 Porque el Señor corrige a quien él ama,
y castiga a aquel a quien recibe como hijo. Hebreos 12:5-6
la corrección del Señor,
ni te desanimes cuando te reprenda.
6 Porque el Señor corrige a quien él ama,
y castiga a aquel a quien recibe como hijo. Hebreos 12:5-6
En cualquier momento podemos vernos confrontados a situaciones difíciles, como por ejemplo el desempleo, la enfermedad, problemas de dinero, problemas con la pareja o perdida de un ser querido. El cristiano puede preguntarse sobre el sentido de las pruebas por las que atraviesa: ¿Qué es lo que mi Padre celestial quiere decirme en esta ocasión?
Quizás estemos en una situación peligrosa y ni siquiera nos damos cuenta, por eso es necesario que nuestro padre nos aparte de ella. Tal vez necesitemos experimentar la gran eficacia de su ayuda en las circunstancias más difíciles; incluso podemos estar comprometidos en un camino equivocado, demasiado inmiscuidos en las cosas del mundo. Así como lo hacemos con nuestros propios hijos, Dios interviene para formarnos "para que participemos de su santidad" (Hebreos 12:10)
Confesemos nuestros errores a Dios y, con su ayuda, tratemos de enmendarlos. No tomemos a la ligera su reprensión no nos desanimemos en medio de la prueba.
o quizá sencillamente nos ve muy atormentados y quiere que nos detengamos y descansemos un poco.
Muchas de las dificultades que se nos presentan no son debidas a un castigo de Dios. La disciplina de un padre tiene como objetivo formar: aprender la humildad, a conocerse a sí mismo.
El deseo de Dios es que no confiemos en nosotros mismos. Podemos estar seguros de que una mano amorosa nos conduce, porque Dios nos ama.
Señor Dios te pido como tu hijo(a) que me ayudes necesito de ti, he cometido muchos errores y reconozco que me hace falta tu disciplina. He confiado más en otras cosas que en ti. Hoy me vuelvo a mi primer amor que eres TU Señor. Ayúdame a no desanimarme cuando pase por el valle del dolor sino que vaya a tu Palabra y me refugie en ti.
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