La idea de la película comenzó durante un viaje misionero a la
India en el 2002, donde la iglesia ha ayudado a construir escuelas para
los dalits, los indígenas pertenecientes al estatus social más bajo del
sistema de castas en el país.
No es común encontrar en los créditos finales de una película la
frase: “Coordinador de oración”. Pero “Not Today”, abrió puertas en los
cines de 20 ciudades de Estados Unidos, destacándose por ser producción
inusual.
La idea de la película comenzó durante un viaje misionero a la India
en el 2002, donde la iglesia ha ayudado a construir escuelas para los
dalits, los indígenas pertenecientes al estatus social más bajo del
sistema de castas en el país.
El pastor de la iglesia y del Ministerio de Artes, Brent Martz dice que fue algo que sacudió a la iglesia.
“Nuestros corazones estaban totalmente impactados por la gente
dalit”, dijo Martz. La pobreza extrema. Ante el tráfico de personas
ellos son vulnerables, incluyendo las niñas que son vendidas para luego
prostituirlas. La iglesia decidió mostrar esta realidad al mundo”.
“En lugar de crear un cortometraje abordando las necesidades
misioneras, como es típico de las iglesias, decidimos llevar a un equipo
de cristianos, profesionales del cine para advertir sobre el comercio
de esclavos, que genera cerca de 32 billones de dólares anual en el
mundo.
El pastor Martz explica: “Creemos que la mejor forma de comunicar la
historia de la trata de personas era en una película. Qué mejor manera
de motivar a las personas que no saben cómo ocurre el tráfico de seres
humanos, para contar una buena historia que todo el mundo pueda entender
y que les rete a ayudar”.
La secuencia de comandos fílmicos escapa de la opción de las
tradicionales películas religiosas, no todo se resuelve de inmediato con
la oración y Dios a veces parece que no le importa lo que le sucede a
los seres humanos.
No hay una “predicación” de Jesús o el cielo disfrazado en la trama. Pero el mensaje final es, sin duda, el amor y la esperanza.
El elenco incluye actores conocidos en Hollywood como John Schneider,
Cody Longo y Cassie Scerbo. Pero, quien se roba el show es la pequeña
Persis Karen, interprete de Annika, una niña de 7 años vendida como
esclava sexual en Hyderabad, en la India.
El costo de la película fue de 1,6 millones de dólares y fue pagado
en su totalidad por Friends Church en Yorba Linda, California.
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