Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 Corintios 10:5
Si vamos a glorificar a Dios, tenemos que manifestar excelencia. Una vida de excelencia empieza con pensamientos y actitudes excelentes.
Todo fruto tiene una raíz. La raíz de nuestras acciones son nuestros pensamientos. Las palabras vienen de los pensamientos. Las actitudes comienzan con los pensamientos, y las emociones tienen su raíz en ellos.
Escoger la excelencia en los pensamientos es algo privado. Nadie excepto Dios y el individuo saben exactamente lo que sucede en su mente. Yo lo llamo “pureza interior”. Los cristianos debemos entusiasmarnos en buscar la “pureza interior”.
En 2 Corintios 10.5 el apóstol Pablo nos enseña a derribar todos los pensamientos que no están de acuerdo con la Palabra de Dios. Está diciendo, en esencia, “mantengan sus mentes reservadas solamente para los pensamientos de Dios (Su Palabra)”.
Dios desea la verdad en lo íntimo (Salmos 51.6). Te animo a empezar a prestar atención a tu vida de pensamientos. Tus palabras, estados emocionales, y tus actitudes tienen raíces en ella. Dedica tu ser por completo a Dios. Vive como propiedad privada, ¡reservado(a) solamente para Dios!
¿Quieres declararte propiedad de Dios después de haber leído este breve sermón? Haz esta declaración:
“Con la ayuda de Dios, decido y propongo en mi corazón que voy a mantener una actitud sana y a hablar solamente palabras puras.”
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